sábado, 10 de diciembre de 2011

SEGUNDO AVANCE



TITULO: VALORES EDUCATIVOS.

DELIMITACION: Estrategias para Fortalecer  los Valores Educativos en Alumnos de Educación Primaria de México.
V.I Estrategias para fortalecer  los valores educativos.
V.D Alumnos de Educación Primaria en México.
Herramientas: Cámara fotográfica, lápiz, libreta de notas, libros, computadora.
Universo: Alumnos de educación primaria en México
Métodos: Documental.
Técnicas: Investigación, fichas de resumen, observación.
Instrumentos: Cuestionarios, entrevistas, encuestas, textos reflexivos.
Fuentes: Web grafía, bibliografía.

INTRODUCCION.

El presente trabajo tiene origen de la detección de la falta de práctica de los valores educativos.
La propuesta de trabajo ha sido para buscar y aplicar estrategias para fortalecer dichos valores educativos en los alumnos dentro de su entorno educativo ya que una y otra vez esto se refleja  día a día durante  el proceso enseñanza aprendizaje y en su vida cotidiana. Es posible que por la falta de reforzamiento de valores el alumno puede caer en la delincuencia, la drogadicción, la prostitución
La presente investigación nace entonces del deseo de mejorar en los valores educativos como desarrollo en su vida adulta también como futuros profesionales…………
Cientos de años antes de nuestra era, los pensadores griegos ya realizaban profundas reflexiones sobre los actos individuales y la manera de mejorar las formas de organización de la sociedad humana. De esta forma, la cultura griega abordó, por ejemplo, la importancia de las virtudes personales, que no sólo contribuyen al desarrollo físico y emocional de las personas, sino también a la conformación de una sociedad justa y equilibrada. Aunque aún no utilizaban el concepto de “valor” para referirse a componentes morales, como la honradez, el amor o la verdad, establecieron una base fundamental para el análisis y reflexión cívica y ética de las comunidades humanas.

Actualmente la sociedad sufre una crisis de valores, la familia es la base de toda sociedad, y aunque ahora su integración no es como en las décadas pasadas (mamá, papá e hijos) esta acción no implica que los valores de cada persona sean dañados por dichos cambios, al contrario deben ser más reforzados. Día con día se viven lamentables sucesos tales como suicidios, homicidios, secuestros, violencia en contra de niños y niñas, discriminación, etc., todo esto se debe a la falta de valores educativos; por lo que es urgente hacer algo para reforzar la educación ética de niños y jóvenes. Sin embargo, debemos procurar que sean los niños quienes "descubran" por sí mismos en qué consiste una vida fecunda y valiosa de manera que no sientan limitada su libertad al percibir la autoridad o imposición de alguien que intente "enseñarles" sobre valores.

 Los valores educativos, cuando son asumidos por propia convicción, es decir, cuando las personas los adoptan libremente, guían las decisiones del individuo hacia los demás y hacia su entorno como: la familia, los vecinos, la ciudad la escuela, etcétera. Los valores de un individuo son auténticos cuando los asume libremente y le permiten, en general, definir con claridad los objetivos de su vida, dándole pleno sentido.


JUSTIFICACIÓN.
El trabajo se realiza con la finalidad de reforzar los valores educativos que como  escuela, la familia y la sociedad que se vean involucrados……..


MARCO CONCEPTUAL

EL VALOR: Es tanto un bien que responde a necesidades humanas como un criterio que permite evaluar la bondad de nuestras acciones.
1.-AUTODICIPLINA: Es cumplir con nuestros deberes no es necesario que otros no las estén recordando tales como: tender la cama, hacer la tarea, hacer deporté, controlar tu temperamento (olvidarte de ofender o agredir), controlar tus impulsos (como el de hablar en clase cuando no debes), controlar tus apetitos (no comer algo cuando no debes), hacer fila.
2.-COMPASION: Es dar tu apoyo y comprensión a otra persona que sufre o la pasa mal, tomar n cuenta sus sentimientos, su realidad, lo que piensa lo que sucede.
3.- PERSEVERANCIA: Es el esfuerzo constante, que se realiza para alcanzar lo que se propone al mismo tiempo buscando soluciones a los obstáculos que puedan surgir.
4.-RESPETO: Es reconocer, apreciar y valorar a tu persona, a los demás y a tu entorno. Consiste en cuidarte a ti mismo y en saber valorar los intereses y necesidades de otro individuo.
5.-VALENTIA: Este valor s refiere para enfrentar aquellos problemas que se presentan esto no quiere decir que no debamos tener miedo, es normal que ente algunas situaciones manifestemos temor.la valentía tener confianza en ti mismo, ser directo en la solución de problemas, hacer con decisión cuando hay que hacerlo
8.-HONESTIDAD: Es ser real, autentico, confiable, ser honesto contigo mismo y con demás, aceptar errores, decir lo que realmente piensas y sientes. Automáticamente te conviertes en una persona que se puede confiar, esto facilita el logro de los objetivos y las relaciones humanas.
9.-TRABAJO: Significa un esfuerzo que se aplica, es un gasto de energía para lograr algo que nos sea útil, demuestra lo que hacemos es fuente de satisfacción, sin el trabajo llega el caos.
10.-TOLERANCIA: Es aceptar que los demás sean, piensen y actúen deforma diferente a la nuestra, aunque no estemos de acuerdo o no nos guste.
11.-JUSTICIA: Es tratar con igualdad a todas las personas, respetando sus derechos y necesidades particulares.
12.- GENEROSIDAD: Dar y darse sin esperar nada a cambio.
13.-LEALTAD: Cuidar con seriedad custodiar el bien de tu familia, maestros, compañeros de la escuela, de la humanidad, de la vida, aunque no siempre estén de acuerdo con una persona aceptarla y compartir algunas ideas básicas, estar con los demás en las buenas y en las malas, no retroceder ante las dificultades.
14.-GRATITUD: Es un  sentimiento que toda persona experimenta al apreciar  un favor que alguien le ha concedido.
15.-CONFIANZA: Es tener plena seguridad en uno mismo, pero de igual manera de contar con los demás.
16.-DIGNIDAD: Es el valor que se da uno mismo.
17.-RESPONSABILIDAD: Es cuidar y asumir los resultados de nuestros actos y decisiones ante nosotros mismos y los demás.
18.-LIBERTAD: Poder elegir y actuar sin tener que sufrir presiones de otras personas, la libertad siempre debe de ir acompañada de la responsabilidad.

MARCO TEORICO.

¿QUÉ SON LOS VALORES?

Cuando afirmamos que cada grupo humano y cada individuo poseen valores que lo caracterizan, nos referimos a las diversas cualidades que forman parte de su identidad.

Llamamos "valores" a estas cualidades porque nos parecen importantes, dignas de aprecio y, por lo tanto, capaces de orientar nuestros actos, modos de organización y convivencia social.




El desarrollo del pensamiento y los valores permitieron, por ejemplo, que en el siglo pasado se terminara con la esclavitud que sufrieron miles de personas durante mucho tiempo.

Así, consideramos que la responsabilidad, tolerancia, participación, igualdad y diálogo son valores, porque son dignos de aprecio y admiración, es decir, porque nos ayudan a vivir mejor en la familia, la ciudad y el mundo, así como a crear y mantener, en general, relaciones sociales más justas y dignas.

De esta manera, la revalorización del ser humano, es decir, respetar a todas las personas por igual, permitió reconocer que la esclavitud era un antivalor que representaba un atraso lamentable para el desarrollo de la justicia mundial.
LA AUTODISCIPLINA.
La autodisciplina nos permite llevar una vida independiente. Si la practicamos, no necesitamos del control permanente de nuestros padres, profesores o cualquier otra persona adulta, pues somos de alguna manera nuestros propios educadores. Tampoco necesitamos del castigo porque actuamos con responsabilidad.
Cuando somos autodisciplinados, tenemos la capacidad de controlar nuestra impulsividad e impulsos y medir las consecuencias de nuestros actos; ordenamos nuestra cabeza y nuestros pensamientos, lo que nos permite actuar con lucidez.
Damos muestras de autodisciplina cuando somos capaces de renunciar a algo que nos ofrece una satisfacción inmediata y nos decidimos por una opción quizás menos placentera o agradable en el momento, pero que nos traerá un gran bienestar en el futuro. La autodisciplina nos enseña a mirar hacia adelante y a no desperdiciar el tiempo presente, que es muy valioso y hay que emplearlo bien.
Cuando nos fijamos metas y luchamos hasta alcanzarlos sin escatimar esfuerzos ni sacrificios, podemos decir que somos autodisciplinados.
Las personas responsables asumen las consecuencias de sus acciones, ya sean buenas o malas y no se dejan llevar por arranques impulsivos que las puedan alejar del fin que persiguen; siempre cumplan con sus compromisos por encima de todo y son absolutamente dignas de confianza.
La pereza, el facilismo, la desobediencia, la ambición, los excesos, los vicios son muestras de falta de autodisciplina.
LA COMPASION.
Cuando tomamos conciencia de nosotros mismos como seres con pensamientos, deseos, sentimientos, emociones y miramos a los demás como seres iguales a nosotros a quienes podemos comprender, podemos hablar de compasión.
La compasión nos enseña a “ponernos en los zapatos de los demás”, a compartir sus tristezas, sus dudas, su arrepentimiento, sus alegrías, sus temores, sus aciertos y sus desaciertos pues nos hacen recordar los de nosotros mismos. Podemos sentir el dolor o la alegría ajenos y así comprender a quienes nos rodean. Aprendemos a tratar a los demás de la misma manera como nos gustaría que nos trataran a nosotros mismos, lo que nos permite a vivir en armonía con nuestros vecinos y con nuestros compañeros de colegio y de trabajo, así con nuestros amigos y con nuestra familia.
La amabilidad y la bondad se derivan de la compasión; no puede ser bondadoso ni amable quien no reconoce la compasión.
LA PERSEVERANCIA.
El que persevera alcanza, reza el refrán popular. En efecto, cuando emprendemos una tarea, la perseverancia es elemental para llevarla a buen término. La falta de determinación, las dudas y las vacilaciones nos pueden alejar, en cambio, del camino que conduce a la realización de nuestros proyectos.
La perseverancia también es esencial  cuando nos consagramos a una causa. Si luchamos por un ideal, de nada nos sirve estar plenamente convencidos si no resistimos hasta el final, sorteando las dificultades. El tiempo y la perseverancia son los mejores aliados de las personas que saben aprovechar las oportunidades que la vida les presenta para salir adelante  y destacarse en su campo de acción. Mal enfocada sin embargo, la perseverancia puede convertirse en testarudez, terquedad u otras muestras de rigidez mental que nos ocasionan fastidio y problemas. Por eso siempre debe ir de la mano de la responsabilidad, la honestidad, la capacidad de reconocer los errores y rectificar. 
 EL RESPETO.
El respeto es lavase para un convivencia armónica. Sabemos lo que significa respetar cuando tenemos claro hasta donde llegan nuestros límites y donde comienzan los de los demás. Debemos respetar los derechos de cada persona, sus sentimientos, sus ideas, sus espacios, su intimidad, su tiempo, su trabajo, sus pertenencias de esta manera nuestras relaciones serán siempre claras, cordiales y sin conflictos.
Cuando nos queremos y nos valoramos, nos respetamos a nosotros mismos y de esta forma nos ganamos el respeto de los demás. Quien no se quiere a si mismo, no puede establecer limites para que las otras personas sepan hasta donde llegar. Para ejercer la autoridad es muy importante tener claro el sentido de respeto: el hecho de tener personas bajo nuestro control no es una razón para ignorar sus derechos. Los gobernantes deben respetar a los ciudadanos, así como los padres deben respetar a los hijos, los profesores a los alumnos y los hermanos mayores a los hermanos menores. Asimismo debemos de tratar con respeto a nuestros superiores y a nuestros mayores.
Ser respetuoso es muestra de buena educación. Una persona bien educada respeta las normas de la comunidad en las que se desenvuelve al igual que las de su familia, de su escuela, de su trabajo, de su barrio.
Así como debemos respetar a las personas que nos rodean, también le debemos respeto a la naturaleza y a los animales, la mejor manera de manifestar este respeto es no contaminar ni destruir nuestro medio ambiente y cuidar todas las especies animales y vegetales, ya sean bellas o de aspecto no muy agradable.
LA VALENTIA.

Ser valiente no significa no sentir miedo, somos valientes cuando sabemos enfrentar con confianza y prudencia las situaciones que provocan miedo. Si venciendo todas las presiones por abrumadoras sean, nos mantenemos fieles a lo que creemos, somos valientes. Admitir nuestros errores es también una muestra de valor.
Un hombre valiente no es aquel que lleva un arma para intimidar y dominar a los demás o aquel que todo lo arregla a golpes, sobre todo con aquellos que son más débiles que él. Con la filosofía de la no-violencia, Martin Luther King Jr. Emprendió una lucha contra el racismo en su país, armado de valor y de palabras de igualdad, de justicia y de amor a su raza: “combatiremos su capacidad de aplicar sufrimiento con nuestra capacidad de soportar el sufrimiento. Enfrentaremos su fuerza física con nuestra fuerza espiritual. No los odiaremos, pero no podemos obedecer de buena voluntad sus injustas leyes. Pronto los desalentaremos a causa de nuestra capacidad para sufrir. Y en la lucha por nuestra libertad, apelaremos a sus corazones y a su conciencia a tal punto, que les ganaremos el pleito. “Estas palabras, dirigidas a los blancos que defendían el racismo, nos dan la esencia  del significado de valor.
Luther King fue asesinado en 1968 por sus enemigos que, al darse cuenta de que estaban siendo derrotados por su grandeza, no encontraron otra manera de enfrentarlo que quitarle la vida cobardemente.
La temeridad (no temer a nada), la soberbia, la prepotencia y la tiranía no deben confundirse con el valor. 
LA HONESTIDAD.
Las personas honestas son trasparentes, no tienen nada que ocultar y por lo tanto no necesitan actuar a escondidas. Somos honestemos cuando expresamos lo que sentimos, cuando somos francos, cuando tenemos la capacidad y el valor de reconocer y decir siempre la verdad.
La honestidad es indispensable para la vida en comunidad pues permite nacer la confianza entre sus miembros, lo mismo que el respeto. Una persona honesta puede confiar en quienes la rodean y a la inversa, mientras que la deshonesta no tiene esa posibilidad ya que, como dice el refrán, “cada ladrón juzga por su condición”.
Debemos ser honestos no solo con los demás si no también con nosotros mismos. No debemos mentir a los demás ni mentirnos a nosotros. Ni engañar ni engañarnos. La mentira oculta fácilmente, pero una mentira nos puede llevar a otra y luego a otra y todo se vuelve tan fácil, en apariencia, que, sin darnos cuenta, hemos adquirido este habito y nos convertiremos en mentirosos. Así como la honestidad es un ingrediente esencial en la amistad y en todas las relaciones humanas, también lo es en el trabajo y en el estudio. Trabajar o estudiar con honestidad implica esmerarse en hacer lo mejor, de la mejor manera y con los mejores resultados, respetando siempre a los demás.
El robo, el fraude, la mentira, el engaño, el soborno, son las herramientas que usan los deshonestos para conseguir sus propósitos.
EL TRABAJO.
Cuando adelantamos nuestros quehaceres en la casa, el trabajo o la escuela con alegría y entregando lo mejor de nosotros mismos, el resultado siempre será alentador. Si amamos nuestro trabajo, cualquiera que este sea, y lo hacemos con entusiasmo pues consideramos que es importante y valioso, nos resultara mucho más fácil e incluso agradable. No solo el descanso y las diversiones producen placer, también la satisfacción de la tarea bien realizada y del esfuerzo justificado.
El trabajo no es enemigo de la diversión, del descanso o del sueño merecido y reparador. Su enemigo es la pereza que nos impide aprovechar nuestro talento para obtener el máximo provecho de que todo lo que hacemos.
Las hormigas son el ejemplo clásico de laboriosidad por su organización, su colaboración mutua y su dedicación al trabajo son ahorrarse el más mínimo esfuerzo.
“El trabajo no es deshonra” si lo hacemos con amor. Lo que nos puede deshonrar no es la clase de trabajo que realizamos sino nuestra actitud hacia el; si trabajamos en buena disposición, lo dignificamos, de lo contrario lo hacemos parecer indigno o insignificante.
La holgazanería, la irresponsabilidad y el cuidado no son buenos compañeros de trabajo.
LA TOLERANCIA.
La tolerancia es la forma en que se adquiere el respeto entre las personas de distintas etnias, ideas o costumbres. Se trata de un valor indispensable para vivir en paz con nuestros semejantes.
Las personas tolerantes saben compartir su vida y sus espacios con aquellas que no piensan igual que ellas, que no profesan su misma religión, que no son de su misma raza o que pertenecen a otra clase social. Quien conoce la tolerancia busca siempre comprender la forma de actuar y de pensar de quienes lo rodean, aunque no las comparta; también sabe escuchar y nunca hace callar a nadie a nadie, pues esta convencido de que tenemos derecho a expresar lo que pensamos y lo que sentimos. Aunque la tolerancia implica comprender y permitir las diferencias, no debemos tolerar las injusticias y los abusos hacia los demás ni hacia nosotros mismos.
No es tolerante quien trata de imponer, por la fuerza, su manera de pensar sin tener en cuenta  a los demás; no hay que confundir la autoridad con la intolerancia. Las guerras, que tanto dolor y destrucción han causado a la humanidad a través de la historia, son consecuencia de la intolerancia de quienes han pretendido ignorar las voces de aquellos que no comparten sus políticas, su religión o sus ideales recurriendo a la violencia para someterlos a su voluntad, la maldad, la violencia, la soberbia, la ambición y la envidia son enemigos dela tolerancia.
LA JUSTICIA.
Ser justo significa respetar los derechos de los individuos y dar a cada uno lo que le corresponde, una persona justa nunca comete excesos con quienes la rodean ni saca provecho de las desventajas de los demás; es equitativa y tiene la capacidad de tomar decisiones justas. Debemos ser justos no solo con quienes nos rodean si no también con nosotros mismos, lo que quiere decir que siempre debemos pensar en nuestro bien estar así como el de los demás.
Una sociedad justa es aquella que respeta los derechos de sus ciudadanos, que tienen en cuenta sus necesidades y los protege a todos por igual. Cuando existe justicia social, todos los individuos tienen las mismas oportunidades; tienen acceso al trabajo, a la educación, a la asistencia en salud, a la vivienda, a la alimentación y a la recreación, entre otros.
Hacer justicia significa también recompensar o castigar. Recompensar las buenas acciones que implica beneficios individuales o colectivos y castigar aquellas que atentan contra la integridad y la tranquilidad de las personas o de la comunidad. En el momento de impartir justicia debemos dar a cada uno lo que le corresponde, así sea nuestro amigo o nuestro enemigo. Una persona justa es aquella que practica y conoce a fondo la honestidad, la tolerancia, la gratitud y la compasión. No puede haber justicia donde existen la desigualdad, la deshonestidad, la envidia y el egoísmo.
LA GENEROSIDAD.
La generosidad es una virtud propia de las personas de corazón noble. Somos generosos cuando pensamos en las necesidades de los demás y estamos dispuestos a dar de nosotros cuanto sea necesario para contribuir a su bienestar.
Las personas generosas conocen el significado del verbo “dar” en todas sus dimensiones, no solo dan dinero u objetos; también dan felicidad, amor, compañía, ayuda, tranquilidad. No pasa un solo día de sus vidas que no conjuguen este verbo. También saben compartir, y así como disfrutan dando, son felices compartiendo.
Cuando somos generosos, damos o compartimos desinteresadamente, sin esperar nada a cambio a parte de la satisfacción y el bienestar del otro. Saber compartir es la clave para disfrutar de la vida en comunidad; la vida es triste y aburrida cuando somos egoístas, no nos preocupamos por nadie y de igual forma los demás tampoco se preocupan por nosotros. Pero la generosidad tiene sus límites: no debemos permitir los abusos de aquellos que la confunden con la estupidez. La generosidad también tiene una medida, luego no es sinónimo de despilfarro, no somos mas generosos cuando mal gastamos, o cuando sobre pasamos los limites de lo necesario y lo justo. Las personas egoístas, mezquinas, y desconsideradas no conocen la alegría de compartir ni la satisfacción de dar, por eso son solitarias y llevan una vida triste y aburrida.

LA LEALTAD.
Practicamos la lealtad cuando protegemos y defendemos a toda costa a las personas que amamos, a la institución a la que pertenecemos, a la causa que profesamos o al país del que somos ciudadanos. Un amigo leal hace cualquier sacrificio para conseguir el bien estar de su amigo, nunca le miente, confía en el, le es fiel y siempre le cumple.
Sin le lealtad no puede existir una verdadera amistad; no podemos hablar de amistad verdadera, cuando no conocemos la lealtad, si somos leales, podremos ser buenos amigos, buenos hijos, buenos esposos, buenos padres, buenos maestros y buenos trabajadores y también nos sentiremos bien con nosotros mismos.
Somos leales a una causa cuando luchamos por ella sin importar cuanto nos cuesta; cuando creemos en ella si dejarnos influenciar por los demás y así mismo la defendemos.
Si amamos cuidamos y defendemos nuestra escuela o la empresa donde trabajamos y a la vez actuamos con honestidad y responsabilidad hacia ella, podemos decir que somos leales a ella.
Nunca van de la mano de la lealtad el egoísmo, la deshonestidad, la irresponsabilidad, la traición y la desconfianza.
LA GRATITUD.
En la vida es muy importante aprender a decir “Gracias”, pero no solo con palabras si no con sentimientos y actos de agradecimiento. Las personas agradecidas aprecian lo que los demás hacen por ella y están dispuestas a corresponder el favor recibido en el momento oportuno. Estar siempre en buena disposición de ayudar no solo a quienes debemos favores si no a todo a aquel que necesita nuestra colaboración es una noble manera de retribuir los bienes recibidos. Es también muestra de gratitud valora y cuidar lo que nos han dado, saber recibir también es agradecer. La formula de la felicidad tiene muchos ingredientes; uno de ellos, que nunca puede faltar es saber agradecer y apreciar lo que tenemos y así disfrutar de lo que nos da la vida. Si conocemos la gratitud, el hecho de que una persona ya no pueda servirnos como nos servía en años mejores, no es una razón para descalificarla e irrespetarla, olvidando todo lo que hizo por nosotros en el pasado. Un bien recibo nunca se olvida y se agradece por siempre.
Hacernos merecedores del agradecimiento de los demás nos honra y nos hace sentir valiosos y útiles. Aunque esto no quiere decir que debamos actuar esperando siempre un reconocimiento a lo que hacemos.
La soberbia, el egoísmo y la tiranía nos alejan del camino de la gratitud.
LA CONFIANZA.
Cuenta conmigo. Al oír esta frase nuestro corazón se alegra y sentimos una inmensa intranquilidad porque tenemos a alguien en quien confiar. Sabemos que no estamos solos, que exististe una persona que esta con nosotros en los buenos y en los malos momentos, con la certeza que lo cuidara. Así como tener a alguien en quien confiar es una fortuna, ser una persona confiable es motivo de orgullo. Cuando nos ganamos la confianza de los demás, la vida se nos hace más fácil y agradable porque nadie duda de nuestros actos ni de nuestras palabras. Pero el hecho de que los demás depositen su confianza en nosotros no es gratuito, para ello debemos saber cumplir, en toda la extensión de la palabra: cumplir nuestras citas, nuestras promesas y compromisos el pago de nuestras deudas, nuestras obligaciones, cumplir con la ley y con las normas
Cuando confiamos en nosotros mismos, actuamos con la convicción de que estamos haciendo lo correcto y, asimismo inspiramos la confianza a los demás
Somos confiables en la medida que somos leales, honestos, justos, respetuosos y responsables.
La desconfianza crese en medio del egoísmo, la deslealtad, la deshonestidad, la intolerancia y la envidia.
LA DIGNIDAD.
Si nos valoramos y respetamos como individuos y de la misma manera le damos valor a todo lo que hacemos, somos personas dignas. Al apreciar y hacer con gusto nuestro trabajo, lo dignificamos, cualquiera que este sea, bien o mal pagado, de mucha o poca calidad. Del mismo modo, hacemos de nuestra casa un lugar digno, ya sea lujosa o humilde, si la queremos y la honramos.
Conocemos la dignidad cuando somos honestos, leales y justos con nuestros semejantes, y los tratamos con respeto y consideración. También cuando, lejos de sumirnos en eternas quejas y lamentos, sabemos sobrellevar con valor y buena disposición los sufrimientos y las adversidades que se nos presentan en la vida.
Honrar su raza, su país y su medio ambiente, protegiéndolos y actuando en su defensa es propio de personas dignas. Así como los triunfos nos hacen sentir honrados, también tenemos que aprender a perder con dignidad lo que implica reconocer con valor y firmeza nuestra derrota y de igual manera, el triunfo de los demás sobre nosotros. Quejarnos por lo que nos ha tocado en la vida no soluciona nada y, además, le quita valor a todo lo que hacemos. Para vivir con dignidad es necesario asumir frente a la vida una actitud positiva y valiente
No se puede hablar de dignidad donde reinan la intolerancia, la deslealtad, la injusticia, la deshonestidad, la ingratitud y la cobardía.   
LA RESPONSABILIDAD.
La responsabilidad está en la conciencia del ser humano que nos permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de nuestros actos .También es aquella persona  que cumple con sus obligaciones o que pone cuidado y atención en lo que hace o decide.
La responsabilidad personal es de gran  importante para pequeños y grandes, la capacidad del educador está en su manera de hacer, en el entusiasmo con que afronta las dificultades, en la madurez con que toma las decisiones, en no detenerse nunca para llegar a mejor su vida humana. Una característica de esta responsabilidad es aceptar los actos que uno hace sin cargar, si se equivoca, las culpas a los otros. Para ayudar a la responsabilidad, que sepan qué tienen que hacer y cómo lo tienen que hacer, en cada momento de su vida en casa, en la escuela, con los amigos, sin buscar excusas y enfrentándose a las consecuencias de sus actos.
LA LIBERTAD.

La libertad es un valor personal hace énfasis en muchos aspectos de la vida humana. Cotidianamente se le describe como aquella virtud natural que tiene los individuos de poder hacer según su propia voluntad. De igual manera es posible entender la libertad como aquel significado  en el que el hombre no está siendo esclavizado ni preso por otro. Se trata de un concepto que hace hincapié a aquellos aspectos relacionados con la independencia, con el permiso para realizar aquello que se sabe adecuado o conveniente.
La definición de libertad es algo que a lo largo de la existencia humana nos ha hecho reflexionar en muchos  sentidos. Lo anterior, debido a que muchas veces, el hacer siempre aquello que deseamos nos lleva por el camino equivocado, lo que a fin de cuentas, puede terminar por esclavizarnos a algo (no se debe confundir libertad con el libertinaje). Por consiguiente, la libertad de actuar según la propia voluntad puede terminar por hacernos perder la tan deseada libertad. También, la libertad tiene relación con la autonomía, que se entiende como la dimensión de la razón que permite al ser humano pensar dándose reglas a sí mismo sin que intervenga autoridad algún, a lo que conlleva a la responsabilidad personal y social.
La libertad va de la mano con la responsabilidad, pues la libertad de actuar genera resultados ya sean positivos o negativos mismos que deberán ser afrontados con responsabilidad.

domingo, 4 de diciembre de 2011

DINAMICA.

CANASTA REVUELTA.

OBJETIVOS:

 Con esta dinámica buscamos:

- Facilitar una comunicación participativa.
- Conocer los nombres entre los participantes del grupo.

PARTICIPANTES:

Esta dinámica puede realizarse con todo tipo de grupos desde los infantiles hasta los grupos de jóvenes, adultos.

TIEMPO:

Depende de lo que el animador quiera prolongarla, la duración sería aproximadamente 15 minutos.

MATERIAL:

No se precisa ningún tipo de material.

LUGAR:

Se debe realizar en un sitio donde dispongamos de un espacio amplio, ya sea al aire libre o en el interior.

PROCESO:

Nos colocamos en círculo y nos aprendemos los nombres de las personas que tenemos a ambos lados. La de la derecha puede ser nuestra naranja y la de la izquierda nuestro limón. Quienes en ese momento lleven el juego salen al centro del círculo y comienzan a preguntar rápidamente a todos por sus frutas. Si preguntan a alguien por su naranja tendrá que responder el nombre de la persona que tenga a su derecha. Tras una ronda rápida en donde se haya preguntado al menos una vez a cada participante se complica un poco más añadiendo al segundo de la derecha (que podría ser la manzana) y el segundo por la izquierda (que podría ser el melón). Puestos y aprendidos los nombres volveríamos a preguntar. Cuando ya están aprendidos los nombres de los vecinos podemos decir “frutas” y todas/os deberán cambiarse de lugar rápidamente.

OBSERVACIONES:

Comprobaremos entre todos si nos hemos aprendidos los nombres de los compañeros de grupo, posteriormente comentaremos la técnica, si nos hemos divertido, si nos ha gustado, cómo nos hemos sentido, etc.

 Fuente:
Pastoral Juvenil Coyuca.
http://pjcweb.org